Dolor, rigidez, inmovilidad.
Aplicación de frío: Se aconseja, sobre todo, para reducir la inflamación. Aplica sobre la zona afectada una bolsa de gel helado (en farmacias), unos cubitos de hielo envueltos en una toalla o bien una bolsa de guisantes o algún otro grano congelados cubierta también por una tela.
Aplicación de calor: Ayuda a relajar la musculatura y a aliviar el dolor y la rigidez. Puedes utilizar una esterilla eléctrica o bien una bolsa de hierbas que habrás calentado en el microondas. No aplicar calor durante más de media hora.
Productos naturales: La pomada de árnica o de aceite esencial de lavanda o romero calman el dolor y favorecen la movilidad de las articulaciones. La infusión de la planta uña de gato tiene un efecto antiinflamatorio.
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